El 18 de octubre de 1968, el Comité Olímpico de Estados Unidos suspendió a los atletas afroamericanos Tommie Smith y John Carlos tras realizar el icónico saludo del «Black Power» durante la ceremonia de premiación en los Juegos Olímpicos de México.
Ambos levantaron sus puños enguantados en negro mientras sonaba el himno nacional de su país, en un gesto de protesta contra la discriminación racial y en apoyo a los derechos civiles de los afroamericanos.
Smith, quien había ganado la medalla de oro en los 200 metros, y Carlos, que obtuvo el bronce en la misma prueba, decidieron usar su plataforma global para destacar las injusticias raciales en su país, una acción que generó una gran controversia.
Además del gesto, Smith y Carlos no llevaban zapatos, como símbolo de la pobreza que enfrentaba la comunidad afroamericana, y ambos lucían cuentas alrededor de sus cuellos en honor a las víctimas del racismo y la violencia.
El acto de los atletas fue inmediatamente condenado por el Comité Olímpico Internacional y las autoridades estadounidenses, quienes los expulsaron de la Villa Olímpica y los vetaron de futuras competencias.
Sin embargo, con el tiempo, el gesto se convirtió en un símbolo icónico del movimiento por los derechos civiles y una de las imágenes más poderosas en la historia del deporte y la lucha contra el racismo.