El ejército insurgente formado por Miguel Hidalgo inicia su marcha. Se dirige hacia Guanajuato, una de las principales ciudades del virreinato. Hidalgo dirige una fuerza formada por unos 20.000 campesinos armados con algunos fusiles y la mayoría portando machetes y elementos de labranza como armas. El gobernador realista de Guanajuato, Juan Antonio Raiño, se atrinchera con 600 milicianos en la Alhóndiga de Granaditas junto a muchos españoles que temen a los insurgentes. Luego de una feroz batalla en la que mueren 2.000 patriotas y los refugiados en la Alhóndiga son masacrados, cae el bastión realista y la ciudad es saqueada. Es la primera victoria de la revolución independentista mexicana sobre las fuerzas españolas.