Un sismo de 6,4 grados en la escala de Richter sacude a la ciudad de Xalapa en el estado de Veracruz. El epicentro se sitúa en Quimixtlán, una región de sierras que sufre numerosos desmoronamientos y aludes de barro. La combinación de deslaves y movimiento propios del terremoto destruye la mayoría de las edificaciones de la zona. Se registran 650 muertes, pero muchas víctimas de zonas remotas no son cuantificadas por lo que se estima que la cantidad total podría ser del doble.