El Plan de Ayala se firmó el 28 de noviembre de 1911, y fue una proclamación política promulgada por el jefe revolucionario mexicano Emiliano Zapata, dentro de la Revolución Mexicana, en el que desconoció al gobierno del presidente Francisco Madero, a quien acusó de traicionar las causas campesinas. En dicho plan, los zapatistas llamaban a las armas para restituir las tierras a los campesinos, pues se sostenía que las tierras habían sido arrebatadas al pueblo por caciques, hacendados y terratenientes, y deberían ser devueltas a sus dueños originarios. En dicho plan quedó establecido lo siguiente: 1. Se desconoció como Gefe de la Revolución al C. Francisco I. Madero y como Residente de la República, procurando el derrumbamiento de este funcionario. 2. Se reconocía como Jefe de la Revolución libertadora al General Pascual Orozco, segundo del caudillo Dn. Francisco I. Madero, y en caso de que no aceptara este delicado puesto, se reconocería como Jefe de la Revolución al C. General Emiliano Zapata y 3. Se hacía contar, que los terrenos, montes, y aguas que habían usurpado los hacendados científicos o caciques a la sombra de la tiranía y de la justicia penal entraran en posesión de estos bienes inmuebles desde luego los pueblos o ciudadanos que tuvieran sus títulos correspondientes a esas propiedades, de las cuales habían sido despojados.