Un día como hoy, era oficialmente clausurado el KGB, siglas rusas de Comité para la Seguridad de Estado, nombre con el que se denominó a la agencia de inteligencia y a la policía secreta de la extinta Unión Soviética.
El 6 de noviembre de 1991, después de que el Consejo de Estado de la Unión Soviética, conformado por el presidente Mijail Gorbachov y dirigentes de las repúblicas, resolviera disolver el KGB en octubre de ese año, la agencia de inteligencia fue finalmente clausurada.
La decisión ya había sido tomada algunos meses antes, después del fallido golpe de estado de agosto de 1991, cuando se estableció la necesidad terminar con el monopolio de la seguridad de Estado y crear un servicio independiente.
El KGB funcionó como único ente para la obtención y análisis de la información de inteligencia del Estado soviético y su disolución ocurrió al ritmo con el que la Unión Soviética también se disolvió.
Desde entonces, comenzó a funcionar el Servicio de Inteligencia Extranjera, nombre del organismo que se ocupó de liderar las actividades de espionaje y contraespionaje más allá de las fronteras de Rusia.
Al igual que lo sucedido con otras policías secretas, como la Gestapo o el MKVD, el KGB soviético infligió el terror sobre la población civil e inspiró, aunque no exclusivamente, toda una serie de películas y libros del género de la novela negra.
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