Esta gigantesca fortaleza, que tardó cerca de dos mil años en construirse y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 8 de diciembre de 1987, fue ordenada por el Emperador Qin, en el siglo III a.C, durante la dinastía del mismo nombre, para defender a su reino de los ataques de los nómadas xiongnu de Mongolia y Manchuria. A través de los siglos, los ejércitos se acuartelaron a lo largo de la muralla para advertir las invasiones y proveer una primera línea de defensa. Su propósito era, principalmente, el de evitar que robaran propiedades y escaparan del país montados en veloces caballos. La época en la cual se dio el máximo impulso a la realización de la muralla fue la de la dinastía Ming (1368-1644). La última parte de la construcción data del siglo XVII.