Se construye el primer avión metálico
El 12 de diciembre de 1915, el ingeniero prusiano Hugo Junkers, fabricante de calderas a gas, presentó el modelo J1, primer avión construido íntegramente con metal, sin cables ni riostras, lo que estableció un hito en la carrera aeronáutica mundial.
En 1903, cuando estalló la noticia de que los hermanos Wright habían echado a volar un avión de madera y tela en una playa de Estados Unidos, Hugo Junkers decidió ir mucho más allá de la fabricación de calderas y radiadores de gas en la ciudad de Dessau.
Si bien desconocía absolutamente los secretos de la aviación, en 1907, se sumó a la propuesta de su colega y amigo Hans Reissner para desarrollar el primer avión completamente hecho de metal.
Aunque tan solo un año más tarde construyeron el primer monoplano totalmente metálico, la muerte de un piloto durante las pruebas de vuelo terminó con la sociedad de amigos y canceló cualquier expectativa a futuro.
Sin embargo, Junkers retomó los planes originales y, tras varios años e inversiones cuantiosas, aprovechando técnicas que ya empleaba para fabricar calderas, el 12 de diciembre de 1915 presentó el revolucionario avión J1, elaborado con hierro y acero.
En vez de emplear tela para el fuselaje, Junkers utilizó una placa corrugada de hierro de 0.2 milímetros de espesor, que aportó a la vez estabilidad y solidez, lo que permitió a la aeronave consagrarse además como la más rápida del mundo, alcanzando los 170 kilómetros por hora.