Un día como hoy, del año 1894, en Francia, se corría la primera carrera automovilística de la historia, que unió a las ciudades de París y Ruan mediante un circuito en el que los automóviles circularon a una velocidad promedio de 20 kilómetros por hora.
Si bien se estima que los fabricantes de automóviles acostumbraban a competir en carreras eventuales, especialmente para poner a prueba sus vehículos y demostrar a los demás el poderío de sus productos, la de Francia es la primera carrera documentada por la historia.
La competencia, que fue promovida por el periodista Pierre Giffard del diario Le Petit Journal, no pretendía coronar a más rápido, sino demostrar el despliegue del que eran capaces los automóviles participantes.
Sin embargo, finalmente se computaron los tiempos de cada competidor y se estableció un premio de 5 mil francos para el primer clasificado, 2 mil para el segundo, 1.500 para el tercero, mi para el cuarto y 500 para el quinto.
Aunque todavía no existían reglas claras, la carrera tuvo una formidable convocatoria y llegó a contar con 102 automóviles en competencia, entre los que se destacaron algunas máquinas de prestigio, como Dion-Bouton o Peugeot, marca del auto que ganó la carrera.