El 5 de marzo del año 1223 a. C., en la ciudad portuaria de Ugarit, actual Ras Shamra, en Siria, se documentó por escrito el primer eclipse solar registrado por la historia, un eclipse total que oscureció el cielo durante dos minutos y siete segundos.
Se tiene cuenta del registro, gracias a una tablilla de arcilla descubierta en 1948, durante una excavación arqueológica, que entre otros datos aportó una descripción que indica cómo “el Sol se había escondido avergonzado”.
Si bien, en un principio, los primeros análisis precisaron que el eclipse tuvo lugar el 3 de mayo del año 1375 a. C., una datación posterior, más precisa en términos técnicos y publicada en la revista Nature, en 1989, corrigió la fecha.
El nuevo método de datación se basó en datos provistos por la propia tablilla, que menciona la fecha y también una descripción del planeta Marte, visible durante el eclipse, lo que permitió corroborar la información.