El 10 de septiembre de 1991, se lanzó mundialmente Smells Like Teen Spirit, de Nirvana, una de las canciones más icónicas de la cultura popular. Este sencillo, parte del álbum Nevermind, se convirtió rápidamente en un himno generacional y marcó el auge del movimiento grunge en la década de 1990.
Compuesta por Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl, la canción se destacó por su riff de guitarra crudo y su energía desenfrenada, combinada con la voz angustiada de Cobain. Aunque la banda no esperaba que la canción tuviera un impacto masivo, Smells Like Teen Spirit irrumpió en las listas de éxitos, alcanzando la sexta posición en el Billboard Hot 100 y dominando la escena musical de la época.
El video musical, dirigido por Samuel Bayer, se convirtió en un símbolo de la rebeldía juvenil, presentando una mezcla de imágenes de un concierto escolar caótico y descontrolado que reflejaba el espíritu de la canción. La pieza fue fundamental para el éxito de la banda en MTV y ayudó a llevar la música alternativa al centro de la cultura mainstream.
Smells Like Teen Spirit no solo catapultó a Nirvana a la fama mundial, sino que también se convirtió en un símbolo de la Generación X, expresando el descontento y la apatía de una juventud que encontraba en la música grunge una forma de identidad.