Un día como hoy, del año 1942, después de que submarinos alemanes hundieran dos buques nacionales, por solicitud del entonces presidente Manuel Ávila Camacho, los Estados Unidos Mexicanos entraban en estado de Guerra contra los Países del Eje: Alemania, Italia y Japón.
México ingresó formalmente a la Segunda Guerra Mundial, después de que los barcos Potrero del Llano y Faja de Oro fueran hundidos por Alemania, que inició hostilidades contra la soberanía mexicana a raíz de la incautación de algunos barcos de los Países del Eje, hallados en aguas nacionales.
Alemania, que adujo que los barcos mercantes hundidos eran empleados para suministrar hidrocarburos a Estados Unidos, se negó a recibir la notificación mexicana de guerra, mientras que Japón e Italia jamás respondieron, por lo que el 28 de mayo de 1942, seis días después de enviada la proclama, el estado de Guerra entró en vigencia.
Entre junio y septiembre de ese año, los Países del Eje hundieron otras cuatro embarcaciones mexicanas, mientras que México apoyaba activamente a los Países Aliados con el suministro de combustibles a las fuerzas militares de Estados Unidos y el envío de trabajadores que cubrían los puestos de los estadounidenses en combate.
El 8 de mayo de 1944, por decreto presidencial, las Fuerzas Armadas de México fueron autorizadas a participar en el frente de batalla, lo que se efectivizó con el envío del Escuadrón 201, integrado por unos 300 combatientes que marcharon para dar apoyo a la liberación de Filipinas.
Después del estallido de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, que derivó en la capitulación de los Países del Eje, el 14 de agosto de 1945, el Escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Mexicana regresó victorioso a México, en donde una multitud se reunió para recibirlos en el Zócalo de la Ciudad de México.