El 6 de septiembre de 1997, en la Abadía de Westminster, Londres, Reino Unido, 2 mil invitados asistieron al funeral de Diana de Gales, más de 1 millón de londinenses se acercaron durante el paso del cortejo fúnebre y unas 2 mil millones de personas alrededor del mundo siguieron la transmisión televisiva del evento.
Una semana antes, el 31 de agosto de 1997, Diana Spencer, princesa de Gales, había fallecido por las graves heridas sufridas durante el grave accidente automovilístico que protagonizó junto a su pareja, Dodi Al-Fayed, también fallecido en el incidente, cuando circulaban por el interior del túnel del Alma, en París, Francia.
El funeral de Lady Di paralizó Londres, ciudad en la que aproximadamente un millón de personas se acercaron a presenciar el cortejo fúnebre, que desfiló desde Hyde Park hasta el palacio de St. James, abriéndose paso entre una multitud desolada y lo servicios sanitarios que a diestra y siniestras atendían a gente descompensada o desmayada.
Entre los invitados más famosos al funeral, se contó la presencia de Tom Hanks, Steven Spielberg, George Michael, Luciano Pavarotti, Tom Cruise o Nicole Kidman, y también políticos como Margaret Thatcher, Tony Blair o Nelson Mandela, y los reyes Noor de Jordania, Masako y Naruhito de Japón o la princesa Margarita.