Un grupo de la Juventud Peronista decide lanzar una operación para expresar su rechazo a la proscripción de Juan D. Perón y su partido por parte de las fuerzas de derecha. El 12 de agosto de 1963 un grupo de 10 militantes comandados por Envar el Kadri, Dardo Cabo y Jorge Rulli se hace pasar por estudiantes secundarios para ingresar al Museo Histórico Nacional de Buenos Aires y reducir a los guardias que vigilaban el lugar. Se apoderan de la espada del Libertador y la esconden en diferentes sitios antes de cumplir con su objetivo final que es hacérselo llegar a Perón, que en ese momento vivía exiliado en Madrid. Pero antes de lograrlo, los militantes Osvaldo Agosto y Manuel Gallardo que formaban parte del grupo son detenidos y torturados por la policía. Los miembros del comando que siguen en libertad deciden devolver el sable para obtener la libertad de sus compañeros el 28 de agosto siguiente.