El 15 de junio de 1982, durante el Mundial de Fútbol celebrado en España, la selección de Hungría venció a la selección de El Salvador por una diferencia de 9 goles, tras un partido que finalizó 10 a 1.
Las cosas no fueron fáciles para El Salvador, que por entonces disputó su primera y única Copa del Mundo hasta hoy: el sorteo para la fase de grupos lo ubicó junto al campeón vigente, Argentina, el subcampeón europeo, Bélgica, y la aguerrida selección de Hungría.
Durante la tercera jornada de competencia, el partido que húngaros y salvadoreños disputaron quedó sellado con la impresionantes goleada, la más abultada jamás registrada en la historia de los Mundiales.
La histórica goleada tuvo serias consecuencias para los integrantes del seleccionado salvadoreño, cuando de regreso a su país sufrieron atentados de distinta índole, entre los que se sobresale el ataque con ametralladora al vehículo del arquero Ricardo Mora.
El autor del único gol de El Salvador fue Luis Baltazar Ramírez "Pelé" Zapata, que festejó eufóricamente su gol incluso cuando Hungría ya había marcado 5 goles.