Las selecciones de futbol de Honduras y El Salvador se enfrentan en las eliminatorias para el Mundial de 1970. Disputas limítrofes y la reciente expulsión masiva de salvadoreños que vivían en Honduras había caldeado los ánimos en ambas sociedades. Cada país había ganado un partido de la serie, hecho que obligó a organizar un encuentro definitivo en México programado para el 27 de junio siguiente. La violencia en las tribunas y el agravio mutuo en los encuentros iniciales presagiaban mas violencia. El triunfo salvadoreño en el partido de desempate por 3 a 2 despertó la ira de los hondureños contra los residentes provenientes del país vecino. A los ataques en Honduras le siguieron incidentes similares en El Salvador. El 14 de julio tropas salvadoreñas entraron en Honduras y derrotaron a los soldados hondureños. La intervención de la Organización de Estados Americanos detuvo la lucha el 20 de julio cuando los salvadoreños se preparaban para entre en Tegucigalpa. Durante el conflicto murieron cerca de 5.000 civiles y soldados de ambos bandos. El Salvador perdería los tres partidos que jugó en el Mundial y sería eliminada en la primera ronda.