Un día como hoy, del año 1912, tras infructuosas maniobras para evitarlo, el transatlántico británico RMS Titanic colisionaba con un iceberg, durante su viaje inaugural, y horas más tarde naufragaba en el océano Atlántico.
Cuando terminó de construirse, el Titanic era el barco de pasajeros más grande y lujoso del mundo. Con 2.224 pasajeros a bordo, zarpó desde el puerto de Southampton, Inglaterra, para dirigirse a Nueva York, el 10 de abril de 1912.
Durante la gélida noche del 14 de abril, el Titanic navegaba en aguas tranquilas y sin oleaje, condiciones especialmente dificultosas para el avistamiento de icebergs. Cuando faltaban pocos minutos para la medianoche, los vigías dieron alarma de colisión.
Con un iceberg divisado a 600 metros de la proa, el primer oficial William Murdoch, de guardia en ese momento, tras la retirada del Capitán Smith a su camarote, intentó evitar la colisión con un giro de timón.
Aunque la maniobra se considera hoy correcta, no pudo evitar el contacto entre el casco y la parte sumergida del iceberg, lo que generó la apertura de seis brechas en las placas de estribor, que en conjunto sentenciaron el naufragio del Titanic.
El hundimiento se cobró la vida de aproximadamente 1.500 personas, sea ya por ahogamiento o por hipotermia. Según una investigación del senado de los Estados Unidos, el buque no llevaba botes salvavidas para todos los pasajeros.