Un día como hoy, del año 1796, tras obtener muestras de una ordeñadora que había sido infectada con el virus de la viruela vacuna, el inglés Edward Jenner administraba a James Phipps, un niño de ocho años de edad, la primera vacuna antivariólica.
Nacido en Berkeley, Gran Bretaña, Edward Jenner es históricamente reconocido como el padre de la inmunología, y a su obra se le atribuye el haber salvado más vidas que cualquier otro descubrimiento.
La vacuna antivariólica de Jenner, que durante su época fue un célebre investigador, médico y poeta, fue definitoria para los procesos que con el correr del tiempo lograron combatir al virus de la viruela.
Varios años antes, el médico inglés John Fewster había notado que una persona infectada con la viruela vacuna se tornaba inmune al virus de la viruela, y por entonces la inoculación era una práctica conocida y aplicada desde hacía mucho tiempo.
Sin embargo, el trabajo de Jenner fue decisivo para la amplia comprensión del procedimiento de inoculación y su aplicación exitosa.