El 8 de julio de 2011, desde Cabo Cañaveral, Florida, despegó el transbordador espacial Atlantis en su misión final hacia la Estación Espacial Internacional (ISS). Este histórico lanzamiento no solo marcó el comienzo de una misión más, sino que también simbolizó el cierre de una era en la exploración espacial de Estados Unidos.
El Atlantis, un símbolo de la ingeniería y la ambición humana, fue una piedra angular del programa de transbordadores espaciales de la NASA desde su primer vuelo en 1985. Durante más de dos semanas en órbita, la tripulación del Atlantis completó su última misión, una serie de tareas cruciales, apoyando experimentos científicos que ayudarían a entender mejor el entorno del espacio y su impacto en la vida en la Tierra.
El regreso del Atlantis a la Tierra no solo marcó el fin de su última misión, sino también el cierre oficial del programa de transbordadores espaciales de la NASA. Después de 135 misiones exitosas, el programa estableció un legado de innovación, descubrimiento y cooperación internacional en el espacio.
El transbordador Atlantis y sus predecesores, como el Columbia y el Discovery, habían demostrado la capacidad de la humanidad para vivir y trabajar en el espacio, así como para explorar los confines del universo desde la órbita terrestre.