El 4 de marzo de 1936, el zepelín alemán LZ 129 Hindenburg, conocido como el coloso de los cielos, realizó su vuelo inaugural.
Con 245 metros de largo y un diámetro de 41.18 metros, la aeronave más grande que jamás haya surcado los cielos, había comenzado a construirse cinco años antes, en 1931.
Tras el vuelo inaugural, que duró tres horas y seis minutos, el 26 de marzo tuvo lugar el primer viaje público del Hindenburg, cuando varios periodistas fueron invitados a pasear.
La maquinaria de propaganda nazi rápidamente posicionó al zepelín como un símbolo de la grandeza y del avance tecnológico alemán.
Sin embargo, el 6 de mayo de 1937, el LZ-129 Hindenburg estalló mientras aterrizaba en Nueva York, accidente que sepultó la comercialización de este tipo de aeronaves.