El Año Geofísico Internacional (abreviado AGI), que duró desde julio de 1957 hasta el 31 de diciembre de 1958, supuso un esfuerzo único, por su alcance en la historia de la ciencia. Más de 30.000 científicos y técnicos de 66 países cooperaron en una serie de observaciones sobre la Tierra y sus alrededores cósmicos. Cinco de las once ramas científicas estudiadas en el AGI se hallaban dedicadas específicamente a este tipo de investigación: actividad solar, rayos cósmicos, geomagnetismo, auroras boreales y física ionosférica. Sólo en 1959, casi 500 cohetes de investigación, 12 satélites científicos y 5 sondas espaciales realizaron importantes observaciones directamente en el espacio, al mismo tiempo que suministraban una nueva perspectiva de la propia Tierra y de la baja atmósfera. Algunos estudios iniciados en el AGI sirvieron de base para continuar con experimentos, como los realizados por la sonda espacial Pioneer 5, colocada en órbita heliocéntrica entre la Tierra y Venus el 11 de marzo de 1960.