La Batalla de Verdún fue la más larga de la Primera Guerra Mundial, y la segunda más sangrienta tras la Batalla del Somme. En ella se enfrentaron los ejércitos francés y alemán entre el 21 de febrero de 1916 y diciembre del mismo año, alrededor de Verdún, en el nordeste de Francia. El resultado fue de un cuarto de millón de muertos y alrededor de medio millón de heridos entre ambos bandos. Los alemanes consiguieron más bajas del lado francés, a pesar de superar en número de soldados a los franceses y haberse retirado. Las bajas fueron espantosas en ambos bandos debido a tipos de armas como el lanzallamas y el gas venenoso. La batalla se popularizó por el famoso "¡No pasarán!" dicho por el comandante francés Robert Nivelle. En el terreno donde se llevaron a cabo los enfrentamientos se construyó un memorial donde reposan mezclados los resto de miles de soldados de los dos países que no pudieron ser identificados.