Durante la Guerra de Intervención Norteamericana, Chihuahua (estado al norte de México) fue ocupada por una columna del ejército estadounidense al mando de Alexander Donipham (abogado y militar estadounidense), que procediendo de Nuevo México, había ocupado previamente Santa Fe y El Paso (ciudad de Estados Unidos). Para la defensa de Chihuahua se entabló con los invasores la Batalla de Sacramento, el 28 de febrero de 1847, en la población del mismo nombre localizada a unos 15 kilómetros al norte de la ciudad, con el resultado de la completa derrota de las fuerzas mexicanas que se dispersaron, el gobierno del estado se trasladó a Parral (México) y el 1 de marzo el ejército estadounidense se apoderó de la ciudad.