Mike Wolfe

Un recolector estadounidense de toda la vida, Mike ha revisado la chatarra desde que tenía cuatro años. Con los años, se ha ganado la reputación de ser uno de los recolectores más destacados del país, y viaja de costa a costa en busca de tesoros olvidados. Donde otras personas ven graneros dilapidados o jardines con mucha vegetación, Mike ve potenciales minas de oro llenas de hallazgos singulares e historias sensacionales.

Mike pasa todo el tiempo que puede viajando, generalmente junto a Frank Fritz, su amigo por 20 años y su socio de recolección, en su remolcador. “Un recolector es un poco nómade”, explica. Adonde vayan, desentierran tesoros de objetos únicos y pasan buenos momentos con las personas peculiares que son sus propietarios.

¿Qué busca exactamente Mike? “Cualquier cosa que nos de dinero”, dice riendo. Puede ser desde carritos de bebé antiguos y rockolas clásicas hasta automóviles viejos y chatarras. Los clientes de Mike incluyen diseñadores, directores de arte, fotógrafos y coleccionistas. También es propietario de Antique Archaeology, una tienda de especialidades, objetos antiguos y arte popular en la somnolienta Le Claire, Iowa. Según Mike, los recolectores hacen todo el trabajo sucio pero los comerciantes y coleccionistas se llevan el crédito. Pero eso no significa que él sea menos apasionado en lo que hace. “Me encanta encontrar cosas”, sostiene.