Nieto de la reina Victoria, ascendió al trono en 1888 y sacó a Otto Von Bismarck de su puesto. Se convirtió en el último rey de Prusia y en emperador de Alemania, rol con que promovió el colonialismo. Tras motivar al emperador austrohúngaro Francisco José I para que ataque Serbia, le declaró la guerra a Rusia, luego a Francia e invadió Bélgica, todo en tres días. Finalmente, debió abdicar al trono y huir a Holanda, después de que cayera el Imperio Alemán.