Eugene Mallove, nacido el 9 de Junio de 1947, desde joven demostró ser una persona dotada intelectualmente así como también poseedor de un espíritu científico y una persistencia propia de genios como Tesla. Doctorado en aeronáutica y astronáutica por el MIT así como en ciencias de salud ambiental por la universidad de Harvard, había trabajado para las más altas esferas empresariales científicas, tales como los laboratorios TASC e incluso el MIT, el Hi-End de la ciencia mundial, desarrollando nuevos y revolucionarios motores energéticos.
Durante los últimos 15 años de su vida, se había entregado en cuerpo y alma a la investigación de la Fusión Fría, lo que en teoría sería una maravillosa e ilimitada forma de energía, pero lamentablemente, sé vió obligado a luchar contra sus colegas científicos que habían optado por la Fisión (clásico reactor nuclear) y ridiculizaron sus investigaciones.
24 horas antes de su asesinato, el Dr. Mallove escribe a su amigo, el ingeniero Oagland, una carta en la que admite que tiene previsto presentar de manera inminente un proyecto factible de Fusión Fría, y según sus palabras “ya se puede oler en el aire… la fuerza inminente de esta revolución energética”.
El 14 de Mayo de 2004, Mallove aparece asesinado en su casa familiar mientras efectuaba labores rutinarias de limpieza. Alguien le había asestado terribles golpes con un bate de Béisbol hasta matarlo, aparentemente el móvil era el robo, pero no pareció que se hubiesen sustraído objetos de valor.
En Julio de 2004 detienen a dos sospechosos, José R. Kelly, y J. McAvoy, un enorme tipo de casi dos metros de altura y mas de cien kilos de peso. Éstos personajes posteriormente son absueltos, pues el juez determina que no han podido ser los autores del asesinato.
A fecha de hoy, el asesinato ha quedado impune; se desconoce la identidad de sus autores así como el móvil del asesinato. Aunque desde luego, eso no ha impedido que se extienda la sospecha sobre el caso ya que, de haber sido factible su teoría e investigación, hubiese sido un descubrimiento científico capaz de cambiar a la humanidad, y por supuesto, también afectar poderosos intereses.