Como jefe de la revolución de los Jóvenes Turcos, se convirtió en miembro de la familia real del Imperio Otomano y promovió su unión a las Potencias Centrales. En 1915, tras la derrota de la batalla de Sarikamis, durante la Primera Guerra Mundial, Pacha culpó a los armenios y ordenó que todos sus soldados e intelectuales fueran fusilados o encarcelados, lo que resultó en un millón de muertes y dio inicio al Genocidio Armenio.