ABRAHAM

Abraham es considerado mucho más que un personaje religioso. Se cree que vivió entre el siglo XVIII y el siglo XXI antes de Cristo y, de acuerdo a la Biblia, es considerado "el padre de todos los que creen", debido a su estrecha relación con Dios, un hecho que la Biblia lo "confirma" en tres pasajes (2 Crónicas 20: 7; Isaías 41: 8; Santiago 2:23). Pero su importancia no sólo se limita a la historia contada por el cristianismo. En el judaísmo, es considerado el fundador de la nación hebrea y visto por los Judios como el epítome de la virtud, ya que cumplía todos los mandamientos de Dios antes de que se dieran a conocer. En la cultura en el Islam, es uno de los profetas que recibe más atención en el Corán.

En la Biblia, la historia es contada desde el Génesis 12: 1, donde, alrededor del 1800 aC, recibió una señal de Dios para salir de la tierra de su familia, la ciudad de Ur de los caldeos, situada al sur de la Mesopotamia para trasladarse a Canaán, actual Palestina.

Su primer hijo, Ismael, considerado por los musulmanes como el ancestro de los pueblos árabes, fue engendrado por la esclava egipcia Agar, ofrecida por Sara, su esposa, ya que ésta era estéril. Abraham tenía 86 años cuando fue padre por primera vez.

Según el capítulo 21 del Génesis, Abraham se convirtió en padre por segunda vez a los cien años de edad, a causa de una gracia dada por Dios a Sara para dar a luz a Isaac.

Se dice que cuando Isaac era todavía un niño, Dios le pide a Abraham que sacrificara a su hijo, y aunque fue con el corazón roto, confirmó la decisión de obedecer y no dudó en sacar un puñal y colocarlo en el cuello de Isaac, pero en el momento en que estaba a punto de llevar a cabo el acto, fue impedido por un ángel enviado por Dios. La petición era en realidad una prueba para confirmar su obediencia a Dios.

Después de la muerte de Sara, de acuerdo a Génesis 23; 1, a los ciento veintisiete años, Abraham se casó con Cetura, con quien tuvo seis hijos (Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Shua). Según Génesis 25; 7, Abraham habría muerto a los 175 años de edad y enterrado por sus hijos Isaac e Ismael en la cueva de Macpela, en el campo de Efrón.