Estados Unidos probó el 1 de noviembre de 1952 la primera bomba termonuclear en el Atolón de Enewetak, en el Océano Pacífico, con una potencia de 10,4 MT. Aunque hubo un arsenal de estas "bombas de hidrógeno o bombas H de emergencia", Norteamérica no dispuso de bombas H con normalidad hasta 1956. Esto significó que la ventaja tecnológica real con la URSS en materia de armas nucleares se había perdido. La Unión Soviética esperaría hasta el 22 de noviembre de 1955 para probar su bomba H, pero su obra era plenamente operativa militarmente. Las restantes potencias militares también fueron logrando sus propias bombas H. El Reino Unido en noviembre de 1957; China en 1967 sólo 32 meses después de su primera bomba atómica o bomba A; Francia esperó hasta principios de 1977 para instalarlas a bordo de sus submarinos nucleares.