La Batallade Manzikert se libró el 26 de agosto de 1071, en donde los turcos bajo el mando del sultán Alp Arslan derrotaron absolutamente a las tropas bizantinas de Romano IV Diógenes. Este enfrentamiento supuso el comienzo de la caída del Imperio Bizantino al abrir las puertas de Anatolia al empuje turco y la repoblación de numerosas zonas de Asia Menor. La victoria resultó para el grupo turco. Tras la muerte de Romano, Alp Arslan consideró que el trato de paz acordado por ambos tras la Batalla de Manzikert había caducado y se sintió libre de continuar atacando al Imperio Bizantino. Con lo cual a partir de 1073 los turcos comenzaron a invadir nuevamente el territorio, ya sin oposición. En pocos años habían formado un nuevo sultanato llamado de Rüm, en pleno centro de la península. Los bizantinos sólo pudieron conservar parte de las costas. El Imperio Bizantino perdió la mitad de su tierra cultivable y de sus recursos humanos, y la nueva frontera era absolutamente indefendible.