La Batalla de Curupayty fue librada el 22 de septiembre de 1866 entre las tropas de la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay) y las del Paraguay en Curupayty, actual departamento de Ñeembucú, Paraguay, ubicado en la zona conocida como El Cuadrilátero. La Batalla de Curupayty fue la mayor victoria paraguaya de la sangrienta guerra que duró seis años, los paraguayos en esta batalla fueron comandados por el general José Eduvigis Díaz y el banco contrario por su par Bartolomé Mitré. El ataque al frente terrestre de Curupaytí se inició con un bombardeo de la escuadra de modo de inutilizar sus defensas y ahuyentar las fuerzas de la trinchera. Después siguió el ataque de las fuerzas de tierra. El ataque estaba previsto para la madrugada del día 17 de septiembre de 1866, pero se postergó por el mal tiempo reinante. Se realizó recién el día 22. A las 7 de la mañana, la escuadra brasileña se movió para tomar la posición dispuesta por el almirante Tamandaré a fin de iniciar el bombardeo. Entre los navíos había cuatro nuevos acorazados a vapor. El fuego de la escuadra se prolongó hasta el mediodía sin resultados apreciables. Las cubiertas del terreno impedían a los artilleros efectuar correctamente sus tiros. El duelo de artillería duró cuatro horas y Los paraguayos contestaban al fuego de la escuadra logrando mantener a los buques alejados de las fortificaciones. En la sangrienta batalla de Curupaytí el impacto de un casco de granada le destrozó la mano derecha a un ciudadano argentino alistado hacía unos meses como voluntario. Evacuado a Corrientes, la amenaza de la gangrena obligó a amputarle el brazo por encima del codo. Se trataba de un joven dibujante y cronista de 26 años, teniente segundo del ejército, que se llamaba Cándido López. Menos de un año después cumplió su promesa de enviarle al médico que le amputó el brazo un óleo suyo fruto de una prodigiosa reeducación de su mano izquierda. El fue, a través de sus cuadros, el documentalista histórico de esta guerra.