Se inicia la revolución separatista del Rio Grande do Sul. El período recibe el nombre de Guerra de los Farrapos (harapos) por la denominación despectiva que daban los monárquicos a los liberales que comandaban la revuelta. La República de Río Grande sostiene su independencia por una década y obtiene un considerable apoyo de la población local por sus ideas libertarias y progresistas. Su primer presidente fue Bento Gonçalves da Silva, un militar veterano de la guerra contra la Argentina devenido el jefe militar de los separatistas. En 1839 la región de Santa Catarina, también independizada, se une a Río Grande en una confederación. Las tropas imperiales derrotan a las fuerzas riograndinas en marzo y mayo de 1843, al tiempo que los gobiernos aliados de Uruguay y Argentina dejan de apoyar a los separatistas. El 28 de febrero de 1845 se firma del Tratado de Poncho Verde que formaliza el regreso de Río Grande al imperio brasileño a cambio de una amnistía general.