El 31 de diciembre de 1998, fue oficializado como moneda común europea el euro, nombre elegido por ser una palabra simple y pronunciable en todas las lenguas oficiales de la Unión Europea, lo que facilitó su introducción entre el público.
El Tratado de Roma de 1957, ya había declarado como objetivo prioritario el establecimiento de un mercado común con el fin de aumentar la prosperidad económica.
Más tarde, el Acta Única Europea de 1986, y el Tratado de la Unión Europea de 1992, contribuyeron a ello, creando la Unión Económica y Monetaria de la Unión Europea y sentando los cimientos de la moneda única.