Dámaso II (Su verdadero nombre era Poppo de Brixen) se convirtió en el Papa número 151 de la Iglesia Católica el 17 de junio del año 1048. Depuesto el italiano Benedicto IX, Poppo se convirtió en el tercer alemán en acceder al pontificado al ser designado por el emperador germánico Enrique III, cuando la primera opción de este, el arzobispo francés Halinard de Lyón, rechazó su ofrecimiento. La temprana muerte de Poppo el día 09 de agosto de 1048, hizo que su pontificado sólo durara 23 días, y fuese uno de los más fugases dentro de la historia papal, su deceso fue consecuencia de la malaria que contrajo cuando se encontraba en Palestina, adonde se había desplazado huyendo del caluroso verano romano.