Las huestes españolas son expulsados de Tenochtitlán durante la "Noche Triste"

Durante la noche de un día como hoy, del año 1520, y la mañana siguiente, las huestes españolas y sus aliados nativos, a las órdenes del conquistador Hernán Cortés, eran derrotados por el ejército mexica en las afueras de Tenochtitlan, evento que saltó a la historia como la Noche Triste.

Las huestes de Cortés abandonaron la costa de Yucatán, el 16 de agosto de 1519, para adentrarse en tierras continentales. De camino a Tenochtitlán, arribaron a la Confederación de Tlaxcala, enemiga de Tenochtitlán. Ante la negativa de cederles el paso, los españoles vencieron en batalla a los nativos, que entonces se aliaron militarmente.

Con el apoyo de unos 3 mil tlaxcaltecas, los españoles ingresaron a la capital mexica de Tenochtitlán, el 8 de noviembre de ese año. Inmediatamente, se produjo el encuentro entre Moctezuma y Cortés. Considerándolos enviados del supremo dios Quetzalcóatl, Moctezuma hospedó a los españoles con honores.

Al año siguiente, hasta las costas de Yucatán arribó una flota liderada por Pánfilo de Narváez, que a las órdenes de Diego Velázquez llegó con la única misión de capturar a Cortés vivo o muerto. Mientras Tenochtitlán quedó a cargo de Pedro de Alvarado, Cortés regresó a la costa para vencer a de Narváez y sumar nuevos soldaos a su hueste.

Temeroso por una incipiente revuelta mexica, Alvarado perpetró una feroz masacre durante la fiesta de Tóxcatl. La denominada Matanza del Templo Mayor desencadenó la ira del pueblo que comenzó a perder el respeto por la investidura de Moctezuma. Más tarde, el tlatoani moriría lapidado por su propio pueblo.

De regreso en Tenochtitlán, Cortés encontró a la ciudad nuevamente en poder de los mexicas. Sitiadas, las huestes españolas decidieron huir silenciosamente durante la noche del 30 de junio de 1520, hoy conocida como la Noche Triste. De camino en retirada, fueron sorprendidos por los mexicas que asesinaron a la gran mayoría de los conquistadores.