Un día como hoy, del año 2005, ante una multitud congregada en la plaza San Pedro del Vaticano, el papa Benedicto XVI celebraba la misa de inauguración papal, oficialmente conocida como misa del inicio del ministerio petrino del obispo de Roma.
Durante la ceremonia de entronización, después de que le fueran impuestos el palio y el anillo del pescador, afirmó ante los fieles que "tanto en la imagen del pastor como en la del pescador, emerge de manera muy explícita la llamada a la unidad".
Así, en un contexto de polémica por el estilo rígido y frío que supo adoptar durante su época de cardenal, el alemán Joseph Ratzinger transformaba su figura, otrora señalada como guardiana del dogma, para ocupar el trono de Pedro.
Al momento de concluir su homilía, Benedicto XVI llamó a los católicos del mundo con las mismas palabras que antes había utilizado su antecesor, Juan Pablo II: "¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!".