El 23 de febrero de 1455, según el consenso historiográfico, Johannes Gutenberg cambió el curso de la historia con la impresión de la primera Biblia en una imprenta.
Las prensas de Gutenberg dieron vida a la Biblia de 42 líneas, también conocida como la Biblia de Gutenberg. Este hito marcó el comienzo de la era de la impresión masiva y la democratización del conocimiento, ya que permitió la reproducción de textos de manera rápida y eficiente.
La creación de la Biblia de Gutenberg no solo revolucionó la forma en que se producían los libros, sino que también contribuyó al avance del Renacimiento y la Reforma Protestante al hacer que la Palabra de Dios fuera más accesible para un público más amplio.
Este logro técnico y cultural sentó las bases para la difusión de ideas, el intercambio de información y el desarrollo de la imprenta moderna.