Un día como hoy, del año 1633, el padre Vincenzo Maculano da Firenzuola, nombrado inquisidor jefe por el Papa Urbano VIII, comenzaba el interrogatorio del físico y astrónomo Galileo Galilei, acusado de herejía por su teoría heliocéntrica.
Galileo había sido enviado a Roma para someterse a juicio por sostener la creencia, considerada herética, de que la Tierra gira alrededor del Sol. Esta era la segunda vez que el científico debía enfrentar a la Iglesia por negarse a aceptar la teoría geocéntrica.
La primera vez, en 1616, se le había prohibido sostener y defender sus creencias. En 1633, Galileo Galilei fue condenado a prisión y se le impuso recitar una vez por semana los Siete Salmos Penitenciales.
El físico se comprometió a no enseñar más su teoría y pasó el resto de su vida bajo arresto domiciliario. Más de 300 años debieron pasar para que la Iglesia aceptara la teoría de Galileo, uno de los personajes clave de la revolución científica.
Entre las revolucionarias obras de este científico se encuentran “Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo” (1932) y “Discurso y demostración matemática en torno a dos nuevas ciencias” (1938). Falleció en Florencia, el 8 de enero de 1642.
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