Un día como hoy, del año 1566, en Francia, fallecía el astrólogo, boticario y profeta francés Michel de Nôtre-Dame, mundialmente conocido como Nostradamus, acaso el profeta más célebre de todos los tiempos, especialmente por su libro Las Profecías, de 1555.
En términos generales, a Nostradamus se le acredita la predicción de hechos mundiales importantes, muchos de los cuales fueron tragedias catastróficas, como desastres naturales y guerras.
Nacido el 14 de diciembre de 1503, pasaba las horas nocturnas meditando frente a un cuenco de bronce relleno de agua y hiervas, método con el que alcanzaba un estado de trance y visiones, que fueron la base de sus predicciones.
En 1550, publicó su primer almanaque, un libro de profecías que contenía una predicción general para cada mes del año siguiente, algo que fue muy bien recibido por el público y que animó a Nostradamus a continuar con sus predicciones.
Su primera profecía habría surgido durante un viaje a Italia, cuando se cruzó con tres monjes franciscanos y se inclinó con reverencia ante uno de ellos, a quien señaló como su Santidad. Aquel monje era Felice Peretti, quien 40 años más tarde sería ungido como el papa Sixto V.
Nostradamus sufrió gota y artritis durante gran parte de su vida adulta, una afección que con el tiempo se transformó en edema o hidropesía. Su condición derivó en una insuficiencia cardíaca congestiva que finalmente terminó con su vida.