Existen pocas formas de éxito mas dramáticas que el método elegido por John Robinson el 14 de junio de 1874 para convencer a un público escéptico. Con el fin de resaltar la solidez de un puente recién construido para conectar a St. Louis con su par del este (que se encuentran en orillas opuestas del río Mississippi) Robinson tomó la decisión de pasear un elefante adulto por toda su extensión, demostrando de esta forma que el puente estaba preparado para tránsito pesado.
El puente se inauguró oficialmente el 4 de julio de 1874 y, a pesar de las dificultades de la construcción, inmediatamente lo aclamaron como un éxito estético y arquitectónico, aunque no financiero. Debido a sus elegantes líneas y épicas proporciones, rápidamente se convirtió en un ícono de la ciudad, y fue considerado una maravilla por su ingeniería de precisión.