El 23 de marzo de 2013, por primera vez en la historia de la Iglesia, se reunieron un papa en plenos poderes, Francisco I, y uno emérito, Benedicto XVI, cuando ambos mantuvieron un encuentro en la residencia papal de Castel Gandolfo, en Italia.
El primer encuentro entre Francisco y Benedicto ocurrió diez días después de la elección del actual Pontífice, cuando ambos se abrazaron en el helipuerto de Castel Gandolfo, en donde el papa emérito había pasado los días desde su renuncia.
Momentos antes de reunirse en la biblioteca privada de la Residencia Papal, Francisco y Benedicto compartieron una oración en la capilla, momento en el que Francisco, en un claro gesto de respeto y reconocimiento, cedió el lugar de honor a su predecesor.