Nacido en Gori, Georgia, en 1878, fue un político revolucionario del Imperio Ruso de aquel momento. El nombre Stalin significa hecho de acero. Utilizó diferentes nombres a lo largo de su vida, entre ellos se destacan Soso (también utilizó pseudónimo Soselo para firmar algunos de sus poemas de la época), Koba (nombre de un héroe popular georgiano), David, Morti, Nijeradze, Chízhikov e Ivanóvich.
Durante la Guerra Civil Rusa y la guerra polaco-soviética, Stalin fue comisario político en el Ejército Rojo en diversos frentes. El primer cargo de gobierno de Stalin fue el de Comisario del Pueblo de Asuntos Nacionales (1917–1923).
En 1917, Stalin era el editor de Pravda, el diario oficial del partido, mientras Lenin y gran parte del liderazgo bolchevique estaban en el exilio. Después de la Revolución de Febrero, Stalin y el equipo editorial se declararon a favor del gobierno provisional de Kérenski y hasta se negaron, según narran algunos historiadores, a publicar artículos de Lenin que llamaban al derrocamiento del gobierno provisional.
Stalin fue electo por primera vez por la base del partido para formar parte del Comité Central, en abril de 1917, obteniendo una gran cantidad de votos en la Conferencia de Petrogrado (sólo superado por Lenin y Zinóviev en cantidad de electores). Luego fue nombrado secretario del Politburó del Comité Central (mayo de 1917), cargo en el que se mantuvo por el resto de su vida. Al finalizar julio, presentó el informe central al VI Congreso del partido, en el cual se optó por la insurrección contra el gobierno provisional.
Se dice que Stalin solamente desempeñó un papel menor en la Revolución de Octubre, ya que cada hombre en el Comité Central tenía una labor específica que le había sido asignada. En noviembre de 1918, Stalin escribió en Pravda un resumen respecto al papel de Trotski: todo el trabajo práctico relacionado con la organización de la revuelta fue hecho bajo el mando directo del camarada Trotski, el presidente del soviet de Petrogrado. Se puede decir con certeza que el partido tiene una deuda de primera magnitud con el camarada Trotski por la rápida concienciación de la guarnición hacia el bando de los soviet y por la manera tan eficiente en la cual fue organizado el trabajo del Comité Militar Revolucionario.
Stalin creó, más tarde, un mito en referencia a la llamada “Central del Partido”, de la cual supuestamente dirigía todo el trabajo práctico referente a la revuelta, y que consistía en un grupo integrado por él mismo, Sverdlov, Dzerzhinski, Uritski y Búbnov. Ninguna prueba hay, sin embargo, respecto a las actividades de esta Central, que, de haber existido, habría estado subordinada al Consejo Militar Revolucionario comandado por Trotski.
Acerca de su pensamiento sobre la guerra, se destacan sus siguientes afirmaciones:
Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística.
No podéis hacer una revolución con guantes de seda.
En el ejército soviético hace falta más valor para retirarse que para avanzar.
La violencia es el único medio de lucha, y la sangre el carburante de la historia...